Credit: Anubis tending mummy. Tombs of the Kings, Thebes. Wellcome Collection. Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)
El pasado 4 de diciembre se realizó un encuentro virtual con 3 analistas, quienes presentaron su aproximación a un mismo sueño de un paciente desconocido para ellos, sólo abordando el contenido del mismo, tal como fue relatado por el propio paciente. La lectura de Carin fue la segunda de las ponencias de ese encuentro. El video completo puede ser visto en el siguiente enlace:
https://drive.google.com/file/d/1gIbNcEpd9G5uKYO25u9OUCZTfo9xLZ6w/view
Están planificados dos encuentros adicionales, con una temática diferentes, para los meses de febrero y marzo de 2022, los cuales serán anunciados oportunamente.
(Nota: Por un error en la edición del video, aparece titulado como «Convocatoria de la Sociedad de Psicoanalistas», cuando en realidad se trata de una convocatoria de la Sociedad Venezolana de Analistas Junguianos).
«Llovía en una casa abandonada donde un grupo de jóvenes llega por no tener donde vivir, en eso un adulto joven llega con un grupo de niños y adolescentes y les explica que ellos viven en una comunidad y cada quién es valorado por su forma de ser única. Uno de los jóvenes que vive en la casa comenta que tiene ganas de ir al baño. La apariencia de estos jóvenes en un collage de cosas que los identifican y que han ido encontrando en esa casa. A medida que el adulto les va contando la dinámica de vivienda en esa casa, el joven que había ido al baño se asoma sobre una pared haciendo gestos de ayuda y dolor en su trasero, su cara esta verde y se desmaya. En eso aparece un viejo vagabundo y viendo al adulto le hace una señal con el pulgar al grupo de jóvenes y cae hacia atrás a dormir patas arriba. El adulto corre a ayudar al niño que se había desmayado. En ese momento el adulto se transforma en perro y corretea al viejo hacia un escondite en donde el viejo se encierra. El adulto ladra y golpea la puerta mientras que llueve y en eso fuera de la acción aparece la forma de
una serpiente que luego se transforma en bacterias, se evapora y dice que es hora que el viejo muera. Dando a entender que el viejo va a respirar la suciedad que había dejado el niño antes de ser violado. Luego el adulto vuelve con el niño desmayado y lo lleva a reposar mientras dos niños hermanos, que están transformados en zarigüeyas, les cuentan a los demás que han violado al niño y le han roto el intestino al parecer,
pero todo va a estar bien».
Antes de comenzar a analizar el sueño quiero compartir con ustedes algunas ideas de C.G.Jung sobre su aproximación al trabajo terapéutico y a la importancia del análisis de los sueños y que demás lo diferencian de otras terapias. También ante mi necesidad de tener un marco teórico que sirva de guía para acercarnos a este sueño.
Uno de los grandes aportes de Jung fue darse cuenta que en la psique se representan los arquetipos, trayendo la noción de Inconsciente Colectivo que va mas allá de cualquier experiencia personal y que pertenece al acervo humano, integrando así, la historia completa de la humanidad como posibilidades de formas y movimientos
ancestrales dentro de cada uno de nosotros. Siendo el Inconsciente Personal la historia individual que ha de llenar al arquetipo.
Al trabajar con el inconsciente del paciente, una forma regia de llegarle es a través de los sueños, ellos se expresan en símbolos e imágenes. Su análisis nos permite adentrarnos en su mundo más íntimo que esta necesitando hacerse consciente.
Esto tiene la finalidad de tratar de:
1) Salir de la uni-direccionalidad de la consciencia, generando una tensión de opuestos consciente-inconsciente necesaria para el movimiento psíquico y con una finalidad progresiva.
2) Revisar actitudes conscientes que quizás hasta el momento han funcionado pero que necesitan transformarse.
3) Permiten darle una dirección a la psique hacia un proceso individual que apunta a una finalidad evolutiva: lo que Jung llamó proceso de individuación.
4) Los sueños individualizan el proceso terapéutico de cada paciente, pues es su psique quien guía y trae a la terapia el material necesario a trabajar, especialmente los complejos autónomos y colectivos, tanto históricos personales como arquetipales. Estos están participando en la vida del paciente sin su consciencia.
Jung no excluye lo causal de los sueños, pero enfatiza que tienen un carácter progresivo y de posible prognosis. Su pregunta entonces es «para qué» y no «por qué».
Define los sueños cómo imágenes espontáneas de representaciones de uno mismo en forma simbólica del estado actual del inconsciente y que tienen un sentido teleológico. Dice: «Prefiero entender al hombre desde su salud y liberarlo de lo reductivo del trauma; esta reductividad es capaz de estrechar el horizonte de la experiencia vivida». La concepción simbólica-analógica dice que lo que se encuentra en estado infantil, en el seno materno, son partes de la personalidad capaces de desarrollarse.
Jung utiliza para analizar los sueños la amplificación y analogías que se encuentran en la cultura e historia de la humanidad, implica quedarse con la imagen, «stick to the image». A diferencia de Freud que utiliza la Interpretación de los sueños, es decir traducirlos a un nuevo idioma, se aleja de la imagen.
El inconsciente es atemporal y simétrico. Atemporal, los tiempos no vienen dados por un ordenamiento consciente, por lo que su medida es desconocida por el inconsciente, (años, minutos, antes- después, ayer y mañana no tienen ubicación ni sentido en é). Lo simétrico del inconsciente: todo es igual, no hay diferenciación (rojo=verde=azul, abajo=arriba, derecha=izquierda), no significan nada. El ordenamiento, la estratificación, la clasificación vienen dados por la consciencia, quien les confiere sentido y tienen que ver con las propias complejidades culturales, personales e históricas. Por lo que podemos entender que el inconsciente es AMORAL, aunque tiene un sentido al hacerlo consciente, trae una secuencia dentro un proceso terapéutico y
dentro de la personalidad de cada quien. Queda claro que tiene su propia moral y así la moralidad del analista, en lo posible, no debe intervenir.
Es llamativo el título que el paciente le pone a su sueño, «Niños nunca jamás», donde el paciente tiene una intuición de las imágenes que trae su inconsciente, esto podemos imaginarlo de dos maneras: una donde percibe su infancia como un estar del que le es imperioso salir y otra contraria que nos recuerda al cuento de Peter Pan como el país de Nunca Jamás, donde siempre se será niño y donde no hay sombra, Peter Pan ha
perdido su sombra, cualidad humana que le confiere la posibilidad tener cuerpo. Es a lo largo del proceso terapéutico que se podrá ver la dinámica de estos dos aspectos y la posibilidad de movimiento psíquico que trae esta tensión de opuestos: salir del estado infantil y también su necesidad de quedarse ahí.
La primera imagen del sueño es la de la llegada de un grupo de jóvenes sin un lugar donde vivir, a una casa abandonada. La situación de abandono es importante pues describe un movimiento psíquico. Es la salida de la comodidad del hogar, es el primer paso necesario para salir de la niñez a la adolescencia.
Llega a la casa un adulto que trae una nueva posibilidad de vida, junto con otros jóvenes que viven en una comunidad. Esto nos pone en contexto de un colectivo que los puede acoger. Una comunidad. Esta casa es guiada por un adulto que pareciera permisivo a las posibilidades individuales, o como dice el sueño a un collage de características. Creo que esto hay que verlo con cuidado, pues como sabemos que para salir de la niñez es necesario una imaginería heroica, la posibilidad de recorrer sus propios caminos, con los riesgos que este camino impone, es un andar solitario, matando sus propios dragones. La contención comunitaria que nos muestra el sueño, ya trae ciertas normas o reglas propias para que una comunidad funcione como tal. En
el sueño el adulto explica las dinámicas de vida en esa casa.
El movimiento hacia lo individual podemos percibirlo con la imagen del joven que necesita ir al baño, la simbología de ir al baño implica entrar en conexión con nuestras necesidades íntimas y salir de los aspectos que no nos sirven de alimento después de una digestión; es entrar en contacto con lo que produce nuestro cuerpo de mal olor y que es necesario excretar, de retenerlas nos intoxican. Es un proceso natural, biológico
y muchas veces se asocia con conectar con la sombra de cada uno. Parece que este aspecto humano de tener que hacer sus necesidades le produce al paciente dolor y se desmaya, no puede sostener la imagen y hay una pérdida de la posibilidad de mantener en la consciencia sus necesidades intimas e individuales.
Eso lo muestra la siguiente imagen donde el niño que fue al baño, sale haciendo gestos de dolor señalando su trasero y pidiendo ayuda, luego se desmaya. Esto nos trae una imaginería de que ha ocurrido una posible violación, es una imagen presente en nosotros gracias al colectivo cultural en que vivimos. Sabemos que el simbolismo del rapto y violación son necesarios para salir de un status quo ya estancado, para que un
estado de consciencia se mueva a otro nivel y entrar así en otras posibilidades psíquicas. Es en el Hades donde se producen las grandes transformaciones. Todo este movimiento psíquico tiene un sentido evolutivo para el paciente.
Según Jung es de tener cuidado con la literalizar y concretar el símbolo ya que este pierde su posibilidad de generar movimiento. Esto trae la polémica con la concepción freudiana de ir al pasado para descubrir el trauma que apresa la energía de la líbido.
Luego aparece en el sueño la imagen del vagabundo, esta es una de las formas que toma el Dios Hermes quién justamente genera el movimiento, mueve la energía de un estado a otro y quién es portador de los mensajes y transferencias energéticas. Pero en la imagen del sueño esta posibilidad también se duerme, no puede entrar en contacto con el adulto y cae patas arriba como si fuera un animal.
Las siguientes imágenes a mi parecer son de gran importancia, pues cuando el adulto entra en contacto afectivamente con el niño desmayado, el adulto se transforma en perro, otra de las formas que toma Hermes ahora como Psicopompo, el guía de las almas por los laberintos del inframundo, el Hades, donde pueden ocurrir los grandes cambios y donde se encuentran los tesoros ocultos. En el sueño este perro busca una
relación con el viejo y lo corretea a un escondite, el viejo se encierra, quedando así preservado para otro momento donde el paciente tenga mas recursos psíquicos de entrar en relación con otros contenidos y con mas posibilidades de sostener el conflicto.
La lluvia que aparece al principio del sueño y ahora, es un símbolo de fertilización de la tierra, que nos habla de la necesidad de generar un terreno fértil y salir de lo seco.
Aparece en el sueño la imagen de la serpiente, que como sabemos, ésta también viene de la profundidad de la tierra, buscando generar movimiento psíquico y de salir de un estado ya sin posibilidades evolutivas. Es también símbolo de la medicina buscando la dosis justa. Hasta donde es curativa y hasta donde es letal. Pero la
serpiente se transforma en bacterias que se volatizan. Otra vez el proceso se diluye perdiendo la energía movilizadora.
El psiquismo del paciente, a través de las imágenes que produce su inconsciente y que aparecen en su sueño, traen los símbolos de transformación para generar un movimiento en su proceso de vida. Pero también su inconsciente nos muestra en las imágenes de que no puede relacionarse con estos símbolos de transformación, pierde la consciencia, no tiene un cuerpo psíquico que sostenga el proceso. El viejo tiene que morir y llevarse la suciedad que ha dejado el niño al entrar en el baño, respirándola, dejar todo limpio, virginal, sin mácula; la serpiente se volatiliza para convertirse en bacterias que luego se evaporan y tampoco se sostienen. El niño continúa desmayado, sin un despertar de la consciencia y de mantener así la tensión de opuestos necesaria.
Los demás niños están transformados en zarigüeyas, estos son animales del genero de los marsupiales de deambular nocturno, parecido a las ratas, que se alimentan de cualquier cosa que encuentren. Hay poca diferenciación, comen desde frutos, granos, pequeños vertebrados y carroña. Son animales que no han evolucionado en el tiempo. Un rasgo distintivo es su instinto de autoprotección, y es que cuando se sienten en
peligro baja su ritmo cardíaco entrando en un coma involuntario, desprenden mal olor, su cuerpo se queda rígido simulando estar muerta. Hay una expresión inglesa que relaciona la zarigüeya con hacerse el muerto.
Estas imágenes que van apareciendo en el sueño del paciente nos indican que no puede sostener el dolor y el conflicto necesario para madurar y diferenciarse; entrar en contacto con su intimidad, evita así, violar un estado ideal, sobreprotegido e infantil. Su intestino se rompió, no hay posibilidad de digestión para diferenciar lo alimenticio de lo que lo puede intoxicar, no tiene un cuerpo.
Termina el sueño con un mensaje tranquilizador a los niños, «todo va estar bien». No ha pasado nada y se puede volver al estado anterior, tranquilos sin conflictos, infantil.
Al ser éste el sueño inicial del proceso terapéutico podemos imaginar que será un proceso muy lento y de mucha paciente en donde poco a poco puedan darse las posibilidades de ir formando un cuerpo psíquico que sostenga los conflictos y pueda relacionarse con ellos. Tampoco aparece el yo soñante del paciente indicando la poca diferenciación del paciente con los demás contenidos inconscientes. Hay |que tener en cuenta que el paciente tiene 30 años, ya no es un niño.
También el sueño puede estarnos alertando que una actitud sobreprotectora, puede paralizar su psique, necesitando más bien de los aspectos masculinos para aprender a moverse en el mundo, con elementos del dios Hermes.
Termino con unas citas de Jung:
Todo el que toma consciencia, aunque sea de una fracción de su inconsciente, se sale de su tiempo y de su ámbito social hacia una especie de soledad. Pero solo así es posible conocer al «Dios de Salvación». La luz se manifiesta en las tinieblas y dentro del peligro llega el rescate.
También dice Jung,
…Todo adelanto psíquico emerge del sufrimiento del alma. El sufrimiento en sí no tiene valor, es únicamente el sufrimiento significativo, aceptado conscientemente el que extrae el fluido redentor.
Gracias.
Carin Neuberger de Luque. Psicólogo de la UCAB (1979). Desde la universidad surge su interés por la obra de C. G. Jung.
Analista junguiana, miembro individual de la International Association for Analytical Psychology (IAAP) desde 1995, guiada por sus maestros y analistas Vesna Luger y Rafael López Pedraza. Fundadora en 1998 de la Sociedad Venezolana de Analistas Junguianos (SVAJ). Analista Didacta de dicha Sociedad, Supervisora de grupo con el Dr. Luis Galdona, durante 17 años. En el 2014 emigró a Madrid y en el 2015 fue aceptada como miembro de la Sociedad Española de Psicología Analítica (SEPA). Desde 2015 participa como Analista Didacta en la SEPA en diferentes seminarios de formación.