Foto: Karley Durán | https://diariodelosandes.com/site/viviendas-fantasmas-y-en-deterioro-proliferan-en-bocono/
El pasado 4 de diciembre se realizó un encuentro virtual con 3 analistas, quienes presentaron su aproximación a un mismo sueño de un paciente desconocido para ellos, sólo abordando el contenido del mismo, tal como fue relatado por el propio paciente. La lectura de Otto fue la tercera de las ponencias de ese encuentro. El video completo puede ser visto en el siguiente enlace:
https://drive.google.com/file/d/1gIbNcEpd9G5uKYO25u9OUCZTfo9xLZ6w/view
Están planificados dos encuentros adicionales, con una temática diferentes, para los meses de febrero y marzo de 2022, los cuales serán anunciados oportunamente.
(Nota: Por un error en la edición del video, aparece titulado como «Convocatoria de la Sociedad de Psicoanalistas», cuando en realidad se trata de una convocatoria de la Sociedad Venezolana de Analistas Junguianos).
Afortunadamente los invitados a esta ponencia no corremos el riesgo de los magos, astrólogos y encantadores que no pudieron cumplir con la exigencia que Nabucodonosor les había hecho, pidiéndoles que le explicaran porqué un sueño que no recordaba lo había perturbado. Tan difícil exigencia no pudo ser satisfecha y los posibles intérpretes fueron condenados a muerte.
Daniel el profeta, era uno de ellos y con la ayuda divina pudo recuperar el sueño e interpretarlo, salvándose así y obteniendo grandes honores.
El poder profético y adivinatorio de los sueños ha sido una de las más importantes cualidades que se le han atribuido a través de los siglos y esta creencia aún la podemos observar entre muchos de nuestros contemporáneos.
Asimismo, el poder atribuido al intérprete, como lo exigía Nabucodonosor, que no sólo le recuperaran el sueño, sino que se lo descifraran, lo podemos encontrar narrado en otra historia rabínica: «Había 24 intérpretes de sueños en Jerusalén, una vez soñé un sueño y se lo llevé a cada uno de ellos, todos me dieron una interpretación diferente, y todas se cumplieron, confirmando así lo que está escrito: Los sueños siguen a la boca».[1]
Esta afirmación que se le asigna a los intérpretes dándoles tal poder de transformar la realidad, llevó a la conclusión de que deberían llevarse los sueños exclusivamente a quienes tuvieran la sabiduría y la piedad necesarias. Menuda responsabilidad tendríamos si nuestras interpretaciones tuvieran tal poder.
Ya no lo consideramos de esta manera, por suerte, y sabemos que al someter un sueño a varios intérpretes cada uno propondrá versiones diferentes, semejantes quizás, pero diferentes. Por más apegados a teorías, modelos y técnicas que compartan, la subjetividad de cada uno se manifestará y seguramente mucho dejarán de sí en su versión.
Cuando el Dr. Pérez Godoy me invitó a participar en esta ponencia mi primera respuesta fue que me parecía indispensable para hacer una aproximación, siquiera un poco más apropiada al sueño, conocer algo de la historia de su paciente; pensé que interpretar un sueño sin algo de ese conocimiento sería un mero juego teórico especulativo. Él aceptó y poco después me envió un resumen que algo sirve para iluminar un poco el análisis.
Sin embargo, la primera proposición de intentar un análisis únicamente con el material del sueño, me tentó y procedí a una primera lectura sabiendo únicamente que se trataba de un hombre joven.
Paso a referir una serie de asociaciones que me fueron apareciendo en el curso de la lectura inicial:
Esa breve primera frase, solo 4 palabras: Sueño-niños-nunca-jamás, inmediatamente me intrigó, ¿era un título, un epígrafe, qué conexión tenía con el sueño? ¿La entendería literalmente, algo así como que nunca jamás había soñado con niños?
Continua el sueño mostrándonos en primer lugar la presencia del abandono, la casa abandonada, los jóvenes que no tienen donde vivir.
La casa, imagen arquetipal de lo materno que en su aspecto positivo podría ofrecer seguridad, protección, albergue, pero que aparece abandonada y los jóvenes que bajo la lluvia buscan refugio ya que no tienen dónde vivir.
La casa abandonada sugiriéndome una carencia, una falta en el Complejo-Arquetipo Madre, también podría ser una imagen de la totalidad de la personalidad. Aparece entonces el joven adulto, que con el grupo de niños y adolescentes viven en comunidad en la casa que ya no está tan abandonada, sugiriendo este vivir en comunidad la aparición de aspectos relacionados con la función paterna y posiblemente el joven adulto como una representación del complejo del Yo.
Me surge entonces la asociación de todos estos niños y adolescentes como personalidades parciales, pequeños complejos que habitan en comunidad en esa casa-psique total del soñante. Esta sugerencia me lleva a pensar en procesos disociativos, en fragmentos que conviven y que posiblemente estén asociados con situaciones traumáticas infantiles. «El collage de cosas que los identifican»: ¿diferentes momentos traumáticos organizándose a través del tiempo?
Destaca el joven que va al baño, quien aparece gritando, pidiendo ayuda y haciendo gestos de dolor en el trasero; está verde y se desmaya: ¿es éste uno de los pequeños complejos disociados que se acerca más a la conciencia? ¿O resalta más por ser núcleo del complejo traumático?
Aparece el viejo vagabundo que asocio por una parte con el viejo vagabundo sabio, que deambula ocultando bajo su aspecto una gran sabiduría, el loco del Tarot y, por otra parte, un vagabundo llevado a ese estado por su incapacidad de adaptación, sus excesos, sus debilidades; aunque al mismo tiempo ha podido sobrevivir en esa difícil condición. Imagen ambigua, enigmática que se hace más extraña aún al hacer el gesto con el pulgar a los niños y caer a dormir patas arriba.
Empieza entonces un movimiento de trasformaciones, metamorfosis, duplicidades (adulto que va a ayudar al joven desmayado-adulto que se transforma en perro para corretear al vagabundo). Animales plenos de simbolismo: el perro y la serpiente. El proceso progresivamente disolutivo en bacterias, en vapor, que dice «es hora de que el viejo muera» y que sea la suciedad que ha dejado el niño antes de ser violado la que mate al viejo.
Transformaciones sucesivas: proceso alquímico de disolución. El paso de las imágenes perro-serpiente-bacterias y vapor. Tomando en cuenta los aspectos negativos narrados por el paciente podríamos considerar la progresiva disolución de perro a serpiente a bacteria a vapor como una expresión de la necesidad de transformar los complejos afectivos negativos. Recuerdo lo señalado en un texto antiguo: «La sal en las lágrimas es el remanente de pensamientos y memorias cristalizados que se han roto, disuelto al llorar».
Vapores del niño: putrefactio.
Aparecen dos niños zarigüeyas contando acerca de la violación del niño desmayado, que le han roto el intestino pero que todo va a estar bien. El término zarigüeya no es frecuente entre nosotros, al indagar sobre el animal y sus características encuentro que es familia de los rabipelaos, en los andes faros, que son marsupiales nocturnos, con dieta variada desde animales pequeños, hasta insectos y frutas. Están asociados a la fertilidad y lo maternal, son prolíficos, cuidan mucho a sus crías y utilizan instintivamente la táctica de hacerse los muertos para defenderse de los depredadores que los rechazan al verlos así, además que varias especies emiten vapores putrefactos ante la amenaza que sugieren podredumbre y que provocan el rechazo del depredador. Tienen la propiedad de ser inmunes a la mayoría de los venenos de las serpientes y son cazadores de las mismas. Están tan bien adaptados a su medio ambiente que se han mantenido sin cambios evolutivos significativos desde hace unos cien millones de años.
Zarigüeyas: posibilidad de renovación, de salir airoso de peligros amenazantes.
Una vez leído el resumen de la historia puedo agregar lo siguiente:
La lluvia como representación de malestar emocional parece ser confirmada por el relato del paciente: sentimientos de frustración, rechazo, irritabilidad y minusvalía. También la lluvia como elemento fundamental en el proceso alquímico de disolución.
La relación con la madre parece concordar con la imagen de la casa abandonada.
Los niños y jóvenes con las características descritas podrían ser los aspectos fragmentarios, de memorias, de vivencias, no integradas por su déficit de atención y los eventos traumáticos sufridos en la infancia.
El viejo vagabundo a nivel personal podría representar su angustia ante su futuro incierto, que su desvalorización e incompetencia lo lleven a convertirse en un viejo vagabundo: «deprimido, sin esperanzas y a la deriva». Por otra parte, el paso necesario de la muerte simbólica del padre.
La casa símbolo no solo del arquetipo madre sino aún más de la totalidad de la psique, del Self, en este sueño parece mostrarnos una psique donde las vivencias de abandono, de carencia y búsqueda de casa-hogar destacan semejándose a lo que narra en su historia de abandono de los padres, especialmente de la madre, la permanencia con los abuelos maternos, actualmente queriendo llevarse a la abuela viuda a Chile, una figura que quizás le proveyó sentimiento de hogar.
Una psique sometida a maltratos y violencia, en el sueño aparece una situación de violación que lleva a la pérdida de consciencia y a heridas internas graves, quizás esté representando en forma condensada todo ese conjunto de vivencias que desde niño ha tenido que soportar. La escena del baño, el niño gritando, podría tomarse como un núcleo alrededor del cual parecen darse los movimientos del sueño y su final.
La zarigüeya con su simbolismo de falsa muerte protectora (el desmayo, la caída patas para arriba) y renovación: «todo va a estar bien»).
¿Será un sueño favorable o desfavorable? Un adulto joven que se queja de continuar en situación de dependencia, que no ha podido establecer relaciones amorosas ni de trabajo y que acude a psicoterapia presentando este sueño de inicio, creo que podríamos esperar una evolución favorable, pero teniendo en consideración que es una psique vulnerable, por lo que el analista debería ser cuidadoso evitando cualquier actitud o intervención que el paciente pudiera sentir como violatoria.
Considero que no se debe descuidar la información acerca del consumo habitual de marihuana por parte del paciente, reconociendo los efectos que la misma puede provocar en el comportamiento, favoreciendo conductas de dependencia, inestabilidad, falta de motivación. Vivir en un mundo de fantasía, eludiendo las realidades del mundo adulto, el llamado síndrome de Peter Pan.
Para los Vedas los sueños emergen de regiones liminales entre diferentes niveles de conciencia. Hay dos estados fundamentales: uno de este mundo y otro «de otro mundo»; un tercer estado sería el del sueño, en el cual es posible percibir los otros dos estados simultáneamente. Esta concepción se correspondería con la teoría junguiana de que los contenidos del sueño son producto de la interacción entre contenidos procedentes de la vida despierta, individual, en este mundo y, por otro lado, de los arquetipos del inconsciente colectivo (otro mundo). [2]
[1] http://shmuel.sandbox.sefaria.org/sheets/88712?lang=bi
[2] Stevens Anthony (1995). Private Myths. On Dreams and Dreaming. Editorial Penguin, p. 17.
Otto Georgi. Médico Cirujano UCV (1971). Postgrado de Psiquiatria, Hospital Carlos Arvelo, dirigido por el Dr Fernando Rísquez, quien inició los estudios de C. G. Jung en Venezuela. Psiquiatra en ejercicio en el Hospital Central San Cristóbal. Coautor del proyecto del postgrado de psiquiatria de dicho Servicio y fundador del mismo. Coordinador de postgrado 1994 a 2000 y docente en ese y otros postgrados del Hospital. Miembro del grupo de estudio Hades y organizador de los Seminarios de Pánaga dictados por Rafael Emilio López-Pedraza. Analista Honorario SVAJ y Miembro IAAP desde 2012. Presidente del Capítulo Táchira de la Asociación Venezolana de Psicoterapia (2001). Profesor de Psicología y Cultura, Escuela de Psicología UNET desde 2019.